Hola!!! Si tienes curiosidad sobre mí, y quieres saber qué me ha llevado a dedicarme a la salud mental-emocional, te cuento. Completar mi propio proceso de autosanación y un sincero interés en ayudar a lxs demás han sido los principales motores que me han impulsado a dedicarme a la Neuroeducación. Por ese motivo, mi propósito es compartir con mis clientes todas las herramientas que me han sido útiles para establecer mi proceso de cambio.

 

Ya de niña mostré grandes aptitudes artísticas, la cual cosa me llevó a estudiar piano, danza, artes plásticas, música, canto,... Mi proceso artístico no fue fácil puesto que sufrí en vez de disfrutar cada vez que me mostraba en público y subía a un escenario; Pero cuando fui algo más mayor y más consciente, quise descubrir y liberar los bloqueos que me frenaban y me impedían sacar todo mi potencial en cada actuación y en otras área de la vida. A través de mi propio proceso personal, descubrí que para obtener el cambio que deseaba ver en mí misma necesitaba profundizar más; encontrar la técnica, el método que me permitiera llegar al origen, a la causa del estrés emocional y la baja autoestima que me impedían fluir con mis propias capacidades y recursos y que sólo me permitían ver mis limitaciones de forma amplificada. Para que os hagáis una idea de mi situación os cuento cómo fue mi primera actuación relevante:

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"El asiento de aquel teatro me engullía, el pánico se apoderó de mi justo antes de subir, por primera vez, a un escenario imponente con aforo para 500 personas. La canción que tenía que interpretar era el Ave Maria de Gounoud en versión acústica (guitarra y voz); Una canción con un alto grado de dificultad técnica e interpretativa. De repente, poco antes de que llegara aquella nota difícil y aguda, se me hizo un nudo en el cuello y se me bloqueó el diafragma, hecho que impidió que el aire que debía ayudarme a sostener aquella nota, saliera, quedándose obstruido. Así que aquella nota desafiante pudo conmigo o eso sentí en ese momento, a pesar de que todos los asistentes me felicitaron por la actuación. Ellos no se dieron cuenta de mi error y bloqueo" pero para mí fue una "tragedia griega".

 

 

 

 

 

Desde ese día fui consciente del gran trabajo que me tocaba hacer si quería dedicarme a la música. Pero tras años de estudio y probar diversas terapias y métodos, conmigo misma, pude disipar el miedo, la vergüenza, la inseguridad y el pánico escénico que sentía cuando me mostraba ante el público. Ahora es un goce total poder cantar para una audiencia pequeña o si fuese el caso, para toda una multitud. Trabajé y potencié el amor propio, agradecí y cultivé mi don, aundé en la autoobservación, la autoimagen, la calidad de mi comunicación, tanto en el terreno artístico como en el entramado de las relaciones sociales, laborales y personales. Y gracias a métodos como Wingwave pude localizar y disipar los factores de estrés que me paralizaban cada vez que cantaba en público.

 

Y llegó el día en que sentí el insight, esa visión comprensiva hacia mi interior y empecé a sanar de verdad, en asumir mi vida adulta sin llevar a cuestas mi pasado y dejando el victimismo; dejé de juzgar como fueron conmigo, o por qué hicieron lo que hicieron. Empecé a ver con compasión mi historia y decidí que no definiría mi presente; aceptarla tal cual fue, y asumiendo la responsabilidad de la vida actual. Sanar es un proceso que nunca termina. Es romper relaciones tóxicas sin sentirnos culpables; Es estar en paz con lo que sucedió, entender que hicieron lo que pudieron, y que esas personas que fueron importantes para tí, también estaban heridas y no tenían las herramientas emocionales para hacerlo de otra forma.

 

Siempre he tenido una atracción profunda por el conocimiento, por el pensamiento abstracto y creativo, por experimentar, por los procesos, y por construir lazos significativos con otras personas; por conectar con los demás, captar sus necesidades, leer sus emociones.

Así que no dejo de aprender y sanar con cada sesión de terapia que hago. Y en estos últimos 10 años es lo que he estado haciendo, aprender, estudiar, descubrir, trabajar con métodos y técnicas eficientes para un buen desarrollo mental y emocional de mis clientes; para acompañarles a sentir paz mental, una forma de felicidad, que al final no deja de ser la capacidad de conectar de forma sana con nuestra realidad, de gestionar lo malo y disfrutar de lo bueno. Ese tipo de felicidad que consiste en saberle dar un sentido a la vida, “en conectar con el presente habiendo superado las heridas del pasado y mirando con ilusión al futuro”. “Si me quedo enganchadx en el pasado soy un depresivx y si vivo angustiadx por el futuro soy unx estresadx / ansiosx; y depresión, estrés y ansiedad son las grandes enfermedades del siglo XXI”.

 

Así que mi propósito es acompañar a mis clientes en su búsqueda personal a encontrar las respuestas por sí mismxs, responsabilizándose de su proceso de cambio; a reposicionarse, redefinirse y reapoderarse de ellxs mismxs; reconectar con ese espacio natural, esa posición cósmica en la que fuimos ubicados con todo nuestro potencial para poder trascender y encontrar el auténtico propósito en la vida.

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