top of page
IMG-9384vbh.jpg

NEUROCIENCIA

&

CREATIVIDAD

NEUROCREATIVIDAD: EL PROCESO CEREBRAL DE LA CREATIVIDAD

 

 

¿Qué es la Neurocreatividad?

 

La neurocreatividad consiste en aprovechar el conocimiento de los principios de funcionamiento del cerebro para activar y potenciar el pensamiento creativo. Y poder generar, a su vez, un pensamiento crítico para la resolución de problemas de una forma original.

A pesar de que hemos asociado la creatividad con profesiones cercanas al mundo del arte o similares, ser creativo no es solo sinónimo de saber dibujar o cantar. La creatividad se ha estado mitificando de manera errónea.

 

El arte es sólo un campo en el que la creatividad juega un papel fundamental, pero la creatividad es algo mucho más universal y que se puede aplicar a cualquier campo de nuestra vida.

Afortunadamente, podemos afirmar que la creatividad es un don que todos los seres humanos poseemos gracias a nuestra maravillosa habilidad innata para imaginar. Entonces, si todos somos creativos, te preguntarás:

¿Por qué, tantas veces, cuando nos enfrentamos a un problema,

o algo no nos funciona bien, nos cuesta tanto hacer las cosas de manera diferente o encontrar una solución creativa e innovadora?

Bueno, esto se debe, por un lado, a una razón innata y evolutiva, ya que la principal función de nuestro cerebro es garantizar la supervivencia de nuestro organismo. Por eso, a través de su evolución, nuestro cerebro se vio en la necesidad de crear bloques de información a los que se pudiera acceder fácilmente para su uso posterior, de forma que cuando nos enfrentamos a una situación y la resolvemos con éxito, la próxima vez que nos encontremos ante una situación similar podamos resolverla, rápidamente,y con el mínimo consumo de energía posible de forma similar a cómo la resolvimos anteriormente.

Estos bloques, compuestos por redes sinápticas, se recuperan mentalmente cuando un estímulo determina su reaparición y se combinan con otras redes dentro de un contexto. Cuanto más veces resolvemos una situación de la misma manera, más aumenta la rigidez de la estructura de esos bloques de información, porque sus conexiones neuronales o sinapsis se hacen más fuertes y de esa forma van creando lo que llamamos modelos mentales, que utilizamos una y otra vez sin cuestionamos su validez.

A esto se suma nuestra resistencia natural al cambio. Nuestro cerebro más primitivo, interpreta el cambio como sinónimo de inseguridad, ya que ante lo conocido sabemos cómo actuar y por lo tanto sobrevivir. Por lo que, nuestra tendencia será mantener los modelos establecidos en lugar de desafiarlos.  De esta forma, cada vez que nos encontramos ante un estímulo determinado, nuestro cerebro buscará en nuestros bancos de memoria, la red neuronal –o aprendizaje- que en el pasado resolvió una situación similar y responderá con rapidez, activando la misma red  y realizando un recorrido similar.

Por otro lado, existe una razón cultural, ya que en la escuela y en nuestra educación siempre se ha cultivado el razonamiento lógico, dándole casi ninguna importancia a realizar esfuerzos para la generación de nuevas ideas.

Para entender cómo funciona el proceso cerebral de la creatividad, en primer lugar te voy a explicar cómo se ordena la información en nuestro cerebro.

El proceso de ordenación de la información en nuestro cerebro no funciona como una biblioteca, donde se coloca un libro ordenado por temas, pero sigue siendo un libro con su información independiente, sino que toda información que entra en nuestro cerebro a través de nuestros sentidos crea una nueva red neuronal que se relaciona de forma inmediata con la información ya existente, formando bloques de información para su uso posterior.

La ventaja de estos modelos mentales, o bloques de información, es que podemos sistematizar el acceso a ellos y esto nos permite reaccionar rápidamente y con un muy escaso gasto de energía.

Esta habilidad nos ha permitido sobrevivir a lo largo de nuestra evolución, por ejemplo, si oyes el ruido de una frenada en el asfalto, no te pones a pensar de forma objetiva qué tipo de sonido es, si pertenece a un coche o una bicicleta, dónde está sucediendo, si estás al alcance del vehículo o no, etc.,  sino que rápidamente accedemos al bloque de información que relaciona ese sonido con una situación peligrosa e inmediatamente damos un salto para evitar un posible daño.

¡Te imaginas si cada vez que nos enfrentáramos a un estímulo tuviéramos que analizarlo paso a paso  de forma objetiva y relacionarlo explícitamente con otros conocimientos!

 

Algunos de estos bloques de información se sistematizan de tal manera que nos permiten llevar a cabo tareas, especialmente motrices, de forma totalmente automática, como puede ser montar en bicicleta, conducir, o  desde el punto de vista cognitivo, utilizar las tablas de multiplicar sin tener que hacer la operación en sí. A esto le llamamos memoria procedimental.

Sin embargo, estos bloques de información, tan útiles para nuestra supervivencia, tienen una desventaja y es que, si bien permiten una fácil utilización, una vez que se han formado es muy difícil poder entrar en sus estructuras y modificarlos internamente. Este hecho está muy relacionado con nuestras creencias y muchas veces la rigidez de estas estructuras nos limitan, no sólo nuestra capacidad creativa, sino también en muchos otros aspectos de nuestra vida.

 

Otra peculiaridad de estos bloques de información es que pueden ser llamados por su título o por la activación de una parte de ellos. Por ejemplo, cuando nos mencionan el nombre de una persona que conocemos –su título-, nuestro cerebro activará toda la red neuronal o bloque de información relacionado con esa persona e inmediatamente evocaremos una imagen mental de esa persona. Pero también si oímos su voz y la reconocemos -una parte de la red neuronal-, inmediatamente tambien se activará toda la red que nos traerá mentalmente el bloque de información relacionado con esa persona. Es como si tocando cualquier parte del conjunto de redes relacionadas, encendiéramos un interruptor que activara todas las neuronas que conforman la red. 

 

Otra variable que marca la rigidez de un modelo es el compromiso emocional que le hayamos asignado a la información cuando la percibimos por primera vez.

La evolución de nuestra capacidad creativa a medida que crecemos

 

 

Cuando nacemos, lo haces sin modelos mentales ni paradigmas, es el aprendizaje basado en nuestras experiencias, nuestra familia y nuestro entorno cultural el que, junto con nuestra predisposición genética, va dando forma a nuestro cerebro mediante la creación de modelos mentales que van formando nuestro yo. Es justamente la falta de esos modelos preestablecidos lo que hace a los niños tan creativos. Haz la prueba de preguntarle a un niño su opinión sobre un problema complejo y seguro que te dará una respuesta absolutamente no convencional que te proporcionará un punto de partida totalmente diferente para la resolución del mismo.

A medida que vamos creciendo, la presencia de modelos y la educación van haciendo que nuestro pensamiento creativo vaya menguando.

Un estudio realizado, en el que se fueron grabando las frases que llegaban a los niños desde su entorno, demostró que en sus casas recibían 18 frases negativas, limitantes, por cada una positiva y en el colegio la proporción era de 12 a 1.  Estas frases son necesarias para nuestra educación y supervivencia, como por ejemplo, “no hagas eso”, “eso no se puede”, “no toques”, “ten cuidado”, etc.,  pero si no se complementan con la estimulación de la imaginación, esos modelos se harán más fuertes y nuestra capacidad para romper nuestras estructuras mentales se irá atrofiando hasta casi desaparecer, porque en el cerebro, como en el resto de nuestro cuerpo, lo que no usa se atrofia o desaparece.

Todas estas frases van limitando nuestro pensamiento creativo, creando modelos en los que, para ser aceptados por el grupo, es mejor seguir las reglas que desafiarlas. Para evitar esto, en edades tempranas, a partir de los 7 y 8 años, que es la edad en que los modelos aprendidos empiezan a atrofiar el pensamiento creativo, tanto en la escuela como en casa se debería sistemáticamente realizar con los niños ejercicios de estimulación de la imaginación para que la creatividad se mantenga de manera natural a lo largo de toda su vida.

 

Y es por estas razones que muchas personas adultas creen que no son creativas, porque su capacidad para romper los modelos mentales actúa solamente de forma implícita o inconsciente, haciendo que dicha actuación sea muy pobre en la mayoría de los casos.

Ahora bien, una vez conocido el funcionamiento de nuestro cerebro, es posible buscar técnicas que estimulen la imaginación y la creatividad, de forma que podamos usar estas capacidades de forma consciente y explícita y con el tiempo sistematizar el pensamiento creativo.

 

 

El uso consciente de la creatividad

 

 

El primer paso para estimular el pensamiento creativo es crear las condiciones necesarias para romper esos modelos mentales que nos limitan. Para ellopodemos empezar por realizar tareas cotidianas de una forma distinta. Por ejemplo, ejercicios tan sencillos como ir a trabajar por un camino diferente, sentarnos a la mesa en un sitio distinto al que lo hacemos habitualmente, pueden ayudar a que nos acostumbremos a romper las estructuras lógicas de nuestros modelos mentales.

 

«El pensamiento creativo no busca la excepción que confirma la regla, sino la excepción que desafía la regla»

 

El siguiente paso que es importante poner en marcha para encontrar una idea, está relacionado con la atención. Cuando buscamos algo, nuestro sistema activador reticular ascendente (SARA), un área del cerebro relacionada directamente con el sistema de atención implícita o inconsciente, se pone en marcha para estar atento a cualquier estímulo que esté relacionado con lo que estamos buscando. Esto lo puedes comprobar fácilmente con el siguiente ejercicio:

 

Ve a una habitación de tu propia casa, cierra los ojos y pregúntate, por ejemplo, cuántos objetos de determinado color hay en la habitación, posiblemente recordarás alguno, sin embargo al abrir los ojos con el foco de atención puesto en objetos de ese color, encontraremos varios objetos que hasta ese momento ni te habías percatado de ellos. Haz la prueba…

De igual manera, cuando nuestro foco de atención está centrado en un  tema, estaremos atentos a cualquier estímulo o hecho relacionado con ese tema.

Por esta razón, siempre que estemos inmersos en un proceso creativo es conveniente tener a mano algo donde registrar las ideas que nos van surgiendo, incluso durante la noche, porque muchas ideas se nos pueden ocurrir durante el sueño, debido a que cuando soñamos nuestra imaginación carece de los límites del pensamiento consciente.

Todo esto no quiere decir que el pensamiento lógico no sea útil, ni que debamos menospreciarlo ya que el pensamiento lógico es complementario del pensamiento creativo, ya que una vez generada una idea es necesario dotarla de una estructura lógica para poder desarrollarla.

A lo largo de la historia ha habido numerosos investigadores que han estudiado el pensamiento humano y la creatividad.

Uno de los más importantes pensadores en este campo es el Dr. Edward de Bono, creador del concepto de Pensamiento Lateral. El Dr. De Bono propone una serie de ejercicios, como por ejemplo, la técnica que él denomina: la técnica del azar, que consiste en buscar una palabra en el diccionario al azar. Luego relacionar esa palabra con el problema que se quiere resolver y una vez que se establece la relación, mediante analogías, buscar soluciones alternativas para el problema en cuestión.

 

Otra técnica para trabajar la creatividad: Piensa a diario en una tarea rutinaria que realices normalmente y plantea una forma alternativa de efectuarla. Piensa en una cosa que sea imposible y luego explica cómo harías para hacerla posible. El ponernos como punto de partida para la resolución del problema algo que nunca se nos hubiera ocurrido, romperá radicalmente la estructura del modelo mental preestablecido estimulando de esa forma nuestra imaginación para encontrar soluciones diferentes y creativas.

 

bottom of page