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La ITEM tiene una visión holista de salud e interpreta el cuerpo y la mente como una sola unidad psicofísica. Por lo tanto, los órganos se comprenden como una esfera funcional física-emocional-mental. La forma anatómica solamente confiere funciones fisiológicas. Cada órgano contribuye a modelar el carácter de la persona; la interactuación operante entre todos los óganos revela la más compleja personalidad del individuo. Todas las enfermedades físicas, emocionales y mentales se diagnostican como una disfunción de la energía y el sistema interno integral de la persona. Todo lo que acontece al ser humano que es unidad psicofísica es evidentemente psicosomático o somatopsíquico. El desequilibrio afecta a la entera unidad del ser y de su sistema energético. De hecho, la energía está comprometida tanto en las manifestaciones orgánicas como emocionales.

 

El concepto de emoción, etimológicamente, signifa ex-moverse, mover hacia el exterior. Una emoción es un elemento básico del ser humano que busca expresarse desde el núcleo orgánico. De hecho, ese proceso de exteriorización requiere un movimiento energético para que la emoción pueda hacerse patente.

El concepto de emoción incluye la variante psicosomática dado que parte de una base orgánica, que dice que algo en el sistema se active para generar una emoción.

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Las emociones provocan una serie de reacciones fisiológicas por todo el organismo y originan cambios en el ritmo cardíaco y en la presión sanguínea, desajustes en la respiración, alteraciones de la digestión, secreciones de diversas hormonas y liberación de neurotransmisores en el cerebro y sistema nervioso. Cuando una determinada reacción emocional es repentina y explosiva o, cuando se prolonga hasta hacerse crónica, entonces, causa una serie de reacciones fisiológicas graves que dañan la energía del órgano relacionado, desequilibrando todo el sistema.

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El sistema mantiene un cierto equilibrio, cuando éste se rompe aparece el transtorno, y entonces el síntoma tiene una repercusión a todos los niveles del individuo. Siempre que hay una perturbación del equilibrio energético, aparece el síntoma, y entonces, es necesario comprender qué está ocurriendo desde el punto de vista psicosomático.

 

Hay expresiones comunes populares que tienen que ver con la correlación psicosomática: "Se me rompió el corazón a pedazos", "Tal persona se me atragantó", "Esta persona me pone enferma", "Esta persona me irrita", "Me hierve la sangre", "En esta reunión no tengo voz", "Mi pareja me ahoga",...Son referencias de cómo algo que tiene que ver con lo emocional se transforma en manifestación somática, y la sabiduría popular nunca falla, deja muy clara la relación órgano/emoción.

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Por lo tanto, el sistema inmunológico se debilita por las emociones que son mentales y físicas a la vez y ejercen influencias recíprocas entre sí, la causa interna de enfermedad. La salud mental y la salud física, van siempre de la mano.

 

 

 

 

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